viernes, octubre 14, 2005

e n d

Lo pensó mucho y llegó a la conclusión que debía hacerlo, ponerle fin a esta situación era lo más aconsejable. Se le acercó tiernamente, ella aún dormida, y le besó la frente. Lentamente caminó a la puerta y sin dar la vuelta salió. Pronto se dio cuenta que no había sido tan terrible y esa sensación de vacío que pensó iba a sentir nunca apareció, mas bien lo apoderó un alivio y tranquilidad, su pecho se infló, exhaló y partió a una nueva vida.